“NO HAY DE OTRA”
Por: Ricardo Eguía
Valderrama
Mayo-19-2013
Plausible y encomiable que el Sr. Lic. Enrique Peña Nieto haya puntualizado
sin lugar a dudas que los esfuerzos y políticas de su gobierno estarán
enfocadas en la prioridad insoslayable de fortalecer el “mercado interno” para
evitar el altísimo costo de seguir dependiendo del exterior…
Con exceso de razón se ha dicho por
los expertos que en un mundo empantanado por la peor crisis económica de la
historia y la recesión que erosiona desde el 2008 (crisis de las hipotecas
envenenadas y los derivados tóxicos) a los Estados Unidos, nuestro principal
socio comercial, a México no solo le
conviene, sino que le urge fortalecer su mercado interno como único camino de
salvación.
Esa trascendente decisión para
rescatar el asaz deprimido “mercado interno” es una medida, mejor dicho un giro, un golpe de timón
lógico, racional, sano e inteligente ya que el desempleo, los salarios
raquíticos, la pésima distribución de la riqueza y la pobreza extrema, son
entre otros, los factores que generan mayor resentimiento social y esa
inconformidad le sirve a la delincuencia organizada para reclutar jóvenes hoy
sin oportunidades y con ellos retener ínsulas, cotos, regiones del país que hoy
se debaten entre la anarquía y la ingobernabilidad…
Obvio que en ésta nueva tesitura
se perdieron miserablemente los últimos doce años en que el poder estuvo detentado
por dos gobiernos de la derecha extranjerizante, entreguista, ultraconservadora
e incompetente, mismas que aferradas a un modelo económico fallido se
empecinaron en dejar todo al desgaire, en la improvisación, la docilidad ante
las políticas de países que imponen dogmas solo para el saqueo y prestos también
a culpar a “factores externos” su exasperante inmovilismo e impericia para
gobernar…
¡Es obvio que no todos los grandes males de éste país vienen de fuera!
Desde “endenantes” diría el
ranchero procedía construir una relación soberana e inteligente con el gran
capital multinacional sin lacayuna subordinación y nunca por cierto basado en
la renuncia a la defensa del patrimonio nacional ni mucho menos seguir
debilitando al Estado frente a empresas trasnacionales saqueadoras…
Negociar con el resto del mundo es fundamental, pero no el entreguismo
corrupto, obsceno e inmoral que traba el desarrollo nacional.
“El monte no es de orégano” y no será fácil revertir las inercias, ni las
apuestas a lo inalterable, tampoco la nula receptividad y hasta el rechazo de
un nuevo proyecto nacional sustentable en el pensamiento rotundo y mineral de
las élites aristocráticas arrellanadas en el sombrío más de lo mismo y desde
donde unos siembran en roca y otros en franca tierra hostil incluso…
Será necesario y urgente la revisión de la desgravación unilateral, sin
reciprocidad, en la industria acerera, metalmecánica, siderometalúrgica, textil
etc., que implicaría poner freno a la indiscriminada apertura arancelaria
destructora de la planta productiva nacional y de miles de empleos formales…
En materia minera, aunque digan las empresas extranjeras que han
invertido miles de millones la verdad es que solo saquean al país, explotan
la mano de obra y solo pagan cincuenta
pesos por hectárea…
Deberá replantearse la política energética basada solo en la
exportación del crudo (sin valor agregado) la importación de gasolinas caras;
un sector eléctrico ineficiente (quema carbón a la atmósfera y el 40% de gas
que usa en sus plantas es importado con un sobreprecio de bandidaje) y cuyas tarifas exorbitantes han hecho perder
competitividad al país a tal grado que se desplomó la “inversión extranjera
directa” o productiva por esa brutal ineficiencia comprobada.
Una breve digresión: Solo el
yacimiento de “Cantarell” (Pemex) le ha generado al país $590 mil millones de
dólares y esa fabulosa suma se ha dilapidado en “gasto corriente inútil”, pero
eso tampoco ha frenado el endeudamiento sistemático de la paraestatal a tal
punto que confiscándole (régimen fiscal de expolio) el cien por ciento de sus
utilidades no le dejan ni para el mantenimiento de su envejecida
infraestructura…!Crudo y gas sobran en
México pero el gobierno ha esquilmado siempre a “Pemex” inhabilitándolo para
que sea autosuficiente y herramienta fundamental del desarrollo económico
nacional!!! Hasta aquí la digresión.
Inaplazable reorientar el gasto y
la inversión pública no solo por la tragedia humana que ha traído consigo el abandono criminal al campo mexicano,
sino por la escasez, el acaparamiento, la carestía desbordada y la inflación en
materia de alimentos que afecta más a los millones de pobres que cosechan la
tempestad por el manoteo y la especulación en los productos de la “canasta
básica”, mientras se gastan miles de millones de dólares para importarlo todo
del extranjero.
Como lo dice ahora Jeffrey Sachs (ex niño prodigo de
Harvard) prófugo del neoliberalismo y critico acervo también ahora del
“capitalismo salvaje” junto con Joseph
Stiglitz y Paul Krugman, “Ha llegado el momento de crear un sistema mixto con
inversiones sociales del gobierno y un mercado libre acotado para el
equilibrado intercambio internacional”.
En su libro “Precio de la
desigualdad” J. Stiglitz abunda diciendo que por la obsesión estéril para la
estabilidad macroeconómica descartan el gasto público como mecanismo de
redistribución de la riqueza y la creación de empleos…
No olvidar dice “que no fue el déficit causante de la crisis
económica, sino las crisis económicas, financieras y los abusos bancarios que
las entidades públicas no pudieron o no quisieron regular, los causantes del
desequilibrio en las cuentas públicas y la población solo el chivo expiatorio…”
El país viene de regreso de
añejos y profundos problemas bancarios y financieros que atan (Fobaproa-Ipab) su
crecimiento económico por esa enorme e impagable deuda que arrastra y que le
endilgaron a la mala a los mexicanos de varias generaciones…
“Todo parece bien” dijo en su reciente visita a México Paul
Krugman “solo que no hay crecimiento
económico”.
Y si no hay crecimiento económico no hay empleos, no hay salarios dignos,
no hay seguridad social, no hay mercado interno, no hay impuestos, no hay más
inversión pública productiva, no hay bienestar y por el contrario hay más
pobreza, más informalidad, más tensiones sociales y con ello más inestabilidad
que puede desembocar en ingobernabilidad…
Un aspecto toral que inhibe el
crecimiento económico es la evasión, la
elusión y el fraude fiscal que alcanzó (cifras del 2012) a los $789 mil
millones de pesos, sin contabilizar las devoluciones
amañadas para beneficiar a los monopolios que están “prendidos” colgados
con garras y dientes de la “placenta” nutricia, ilegal e inmoral, de los
recursos públicos.-
De ahí que si como bien dice el
Sr. Lic. Peña Nieto es fundamental hacer crecer la economía y el mercado
interno para evitar los efectos negativos de la crisis global que conlleva
contracción de la demanda internacional de bienes y servicios, con recesión y
eventuales políticas contracíclicas que nos pueden arrastrar en su debacle,
arrasar con las Reservas Internacionales, arrastrar el tipo de cambio y poner
en la picota el factor “riesgo país” lo primero que deberá instrumentarse es
una Reforma Fiscal integral y progresiva
donde el que más gana pague más como sucede en muchos países desarrollados.
Urge una Reforma Fiscal que evite
la coladera del “SAT” y que como
recomienda hasta el “BID” México tenga
un sistema impositivo progresivo que sea verdadero instrumento para el
desarrollo…
Inequitativo e irracional
pretender sacarlo todo del “IVA” en
alimentos y medicinas que consumen el 70% de los ingresos de las clases más
desprotegidas y “flexibilizar” (debilitar) injustamente el “ISR” y el de la propiedad…
Deben imponerse gravámenes al capital especulativo (golondrino) para
desincentivar los excesos de movilidad instantánea de capitales financieros
privados que no benefician en nada a los países receptores y cuando salen en
estampida desquician, asfixian las economías emergentes…
Mucho por hacer y por decir, pero
el espacio hoy hasta aquí es más que suficiente y en torno al fortalecimiento del mercado interno; no hay de otra!!!
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