“LAS GUERRAS”
Por: Ricardo
Eguía Valderrama
Mayo-12-2013
Fuertemente enraizada en la
naturaleza humana su impronta belicosa e inclinación siniestra de guerrear con
grupos de su misma especie…
Desde los albores de la humanidad
por diversos motivos, causas, razones y sinrazones los humanos han luchado
entre sí con palos, piedras y flechas…más tarde, en esa perenne sucesión de
conflictos los hizo con lanzas, arcabuces, caballos y rudimentarios cañones.
Se sofisticó e hizo la guerra con
tanques, submarinos, aviones, ametralladoras, lanzallamas y bombas antipersonales
llegando a utilizar gases tóxicos para exterminar a millones de congéneres…luego
en el culmen de su locura utilizó el más pérfido invento producto de la
desintegración nuclear…
Pero muy pocos alcanzaron atisbar siquiera que un reducido grupo humano
asaz violento, sin utilizar armas atómicas pudiera extinguir al género humano
utilizando como armas letales de exterminio masivo un siniestro modelo
económico cleptómano, elitista, rapaz basado en un “catecismo” artero que
propugna como objetivos rectores el sistemático debilitamiento del Estado para
privatizar los bienes nacionales en beneficio de oligopolios, monopolios y
trasnacionales; derrumbar asimismo el “Estado de Bienestar” y sepultar la
Rectoría económica del Estado desregulando las actividades bancarias,
financieras y especulativas para entronizar la barbarie y el saqueo sin bridas
del “capitalismo salvaje”
Todos suponían, incluso Einstein
se equivocó, que la tercera guerra mundial sería un devastador intercambio de
bombas atómicas que arrasarían de la faz planetaria a la raza humana y de
regreso, a la guerra con piedras de los pocos sobrevivientes de esa hecatombe
mundial…
Ni los apocalípticos intérpretes
de los textos bíblicos, tampoco los clásicos pronosticadores de los peores
desastres ecuménicos como Nostradamus, ni Carl Sagan como otros astrofísicos
contemporáneos que infieren el fin del género humano como resultado de una
colisión cósmica, en sus peores pesadillas ni de refilón
previeron uno de los capítulos más oscuros por las plagas y el comportamiento animal del
capitalismo y su política económica destructiva.
Cien mil años de especie y solo
12,000 años de civilización, Mesopotamia cuna de la escritura, de las matemáticas, la
astronomía, la medicina, el comercio, los impuestos, el primer Código civil
(Hamurabi) la escritura cuneiforme, los textos más antiguos de miles de
tabletas, la primera Ley (del Talión) 2,500 años antes de Jesucristo…
Doce mil años de humanidad
saqueados por las tropas de Bush en un museo de Sumerios, Acadios, Babilonios,
Asirios, Persas destruidos en un pillaje total…
La humanidad viene de haber
frenado al Nazismo, al Fascismo, al Estalinismo, al Comunismo opresor y a otras
horrendas formas de violencia dictatorial militaroide y cuando estaban sentadas
las bases para una gran era pacifista, propiciadora del avance, del desarrollo integral
y de la paz social irrumpe el
totalitarismo del capitalismo global despiadado e insaciable con sus ritos de
agandalle, opresión, esclavitud, explotación y obsesión tiránica por estafar, defraudar con estructuras financieristas
ventajosas, abusivas, inmorales y el total desprecio por la vida humana…
En esa obsesión por el dinero sin
importar a quien ni tampoco si es a millones que se les roba, volvemos a ver
resucitados los viejos monstruos de la voracidad bancaria y su inusitada
crueldad tolerada por los gobiernos del mundo transformado por la miseria en
nuevos ghetos y por el quiebre moral con destrucción de valores y principios,
ajustes “santificados” de mercados enloquecidos basados en presunciones, falsas
expectativas, contabilidades creativas para defraudar y evadir impuestos, la humanidad es hoy otro gulag, otro gran
campo de concentración poblado de desempleados, depauperados, trabajadores esclavizados, jóvenes sin futuro
desahuciados prematuramente por una nueva dictadura ultraconservadora
compatibilizada con la jettatura de los Bancos, las Financieras y las
Calificadoras que ahora son el verdadero poder mundial arrasador y donde la
guerra se libra en los mercados desbridados, las Bolsas de Valores, los Fondos
de Riesgo, el trasiego instantáneo de capitales, los rescates bancarios con
fondos públicos, la destrucción de puestos de trabajo, primitivismo, magia,
superstición, mitos, promesas, fábulas, ficción, ilusionismo, entreguismo, engaños,
corrupción política, parasitismo de las élites oligárquicas, recortes en salud,
educación, pensiones, paraísos fiscales
y lo que queda de esa matanza darán cuenta los “Fondos Buitre”, auténticos
carroñeros de esa economía que hoy es anarquía plena e ingobernabilidad.
La “tercera guerra mundial” es financierista donde la mediocridad, la
delincuencia bancaria, el déficit agravado por rescates titánicos de los
grandes bancos, las contradicciones, los palos de ciego, extrema liquidez que
nunca llega a la economía real, la confiscación de los depósitos de pequeños
ahorradores, reformas confusas que no conducen a ningún lado, las excitativas
de resignación suicida a la población masacrada por los mercados que nunca se
autoregulan, se aferra con uñas y dientes a la falsa paz totalitaria basada en
la maniática farsa de la macroeconomía torcida en huidizas nubes portadoras de
lluvia ácida en los desiertos poblados de millones de seres angustiados por la
larga noche del neoliberalismo tecnocrático malvado, ultramontano, fanático,
dogmatista, sangriento, ortodoxo fracasado que globalizo brutalmente la
pobreza, el desempleo y el saqueo de los recursos naturales de los países
pobres
Los nuevos jinetes del
apocalipsis de esta guerra feroz y despiadada están manipulados por chamanes y
brujos del capitalismo globalizador fracasado y son precisamente el desempleo, la desregulación bancaria, el
aperturismo comercial en beneficio de los países ricos, la oligarquía
financiera, el precio de todo y el valor
de nada, el utilitarismo frente a la utilidad social, personas objeto frente a
personas sujeto, la privatización compulsiva de los bienes nacionales, el
pillaje de las élites, la cacofonía política, la confabulación contra la
población, la orfebrería artesanal de los demagogos y la anarquía hormigueante,
viscosa, ignominiosa que está produciendo justa indignación, descontento,
agresividad de las masas ante el colapso económico inducido y sostenido
abstrusamente en esta exterminante guerra económica sin pausas ni treguas.-
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