sábado, 8 de mayo de 2010

Hasta cuando


seguirá Calderón moviendo a su antojo al Ejército violando la Constitución…
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Por: Lic. Ricardo Eguía Valderrama
Mayo-07-2010


En ningún país que se precie de ser democrático el Ejército es movilizado violando la Constitución…

El Senado de la República aunque con un retraso de cuatro años finalmente aprobó la “Ley de Seguridad Nacional” votándola inusitadamente casi por unanimidad misma que coincide plenamente con el rechazo de la población ante el caos, la virtual suspensión de garantías, las agresiones indiscriminadas, las víctimas inocentes por el fuego cruzado en el cúmulo de equivocaciones luego negadas con versiones inauditas, los allanamientos de domicilio sin previa orden judicial, detenciones ilegales, desapariciones forzadas, masacres victimando niños, mujeres y jóvenes de Instituciones Educativas prestigiadas y contra la violencia exacerbada desde que unilateralmente, sin previa aprobación del Congreso se sacó al Ejército de sus cuarteles y se le lanzó a las calles a realizar labores policiacas confundiendo la seguridad pública con la seguridad nacional…

Sin embargo, extrañamente y a pesar de la mayoría priista el panismo siniestro enquistado en la Cámara de Diputados logró mandar a la “congeladora” esa avanzada “Ley de Seguridad Nacional” negándose deplorablemente a reconocer que no se puede restaurar el Estado de derecho violando la Constitución y que es urgente volver a un Estado verdadero garante de la legalidad y verdadero proveedor de la seguridad a la mayoría ciudadana de este país agraviado por una “minoría ridícula” que abusa del poder “haiga sido, como haiga sido” detestables…

Tampoco los señores Diputados han sabido o no han podido medir el impacto severísimo y el profundo daño colateral que el “Estado de sitio” por el Ejército en las calles con el pretexto del combate al narcotráfico le está infligiendo a la economía, a los negocios, al turismo, a las familias y a la confianza de los inversionistas productivos (no así a los especuladores con capitales golondrinos que ahora huyen de la crisis griega y sus secuelas) por la simple repetición de operativos militares, matanzas diarias y ningún objetivo logrado porque la droga crece, la drogadicción aumentó en el país y se sigue lavando todo el dinero negro en los circuitos financieros y bancarios que el gobierno tolerando también a la otra minoría de delincuentes aristócratas o de cuello blanco coadyuvan directamente al incremento del narcotráfico… ¡Todo un contrasentido aberrante que se pretenda por un lado catear a toda una Nación con balaceras, mortandad, operativos violentos, muertes crecientes de víctimas inocentes, pisoteo de los derechos humanos, allanamientos con destrozos y robo en domicilios de personas honestas, enfrentamientos callejeros incesantes, primitivos retenes que trastocan el comercio normal y el traslado de mercancías pero por otra parte dejar intocado, tolerado y hasta incentivado el multimillonario lavado del dinero sucio producto ilícito del mismo delito que se dice combatir! ¡Ese es el meollo y lo soslayan perversamente!

La Cámara de Diputados al “congelar” la minuta aprobada casi por unanimidad por el Senado de la República, retrasa cuatro meses mas el retorno al orden Constitucional, desalienta el cumplimiento de la Ley fundamental por parte del mas obligado que es Calderón y posterga indebidamente el regreso al Estado de derecho denotando con ese diferimiento un grave desdén y otra tosquedad para con una población que con el pretexto de combatir a una “minoría ridícula” es agraviada y vejada con saña al no existir un marco jurídico indispensable para regular las movilizaciones del Ejército y que no pueden seguir siendo al capricho, por la debilidad de origen y con la visión totalitaria del Presidente actual…



Nadie discute que el Estado mexicano deba combatir a fondo a esa minoría delincuencial pero con inteligencia, comandos especializados estrategias policiacas depuradas y orden no con simples balaceras a ciegas, a tontas y a locas masacrando a la población inerme para luego negar las muertes de niños y jóvenes estudiantes con insólitas versiones, cinismo para evadir la responsabilidad e inventar pruebas para respaldar el actuar delictivo de contingentes artillados que no otorgan la mínima confianza a la ciudadanía…

Se tuercen y se hacen interpretaciones forzadas del texto y el alcance de las fracciones IV, V, VI y VIII del artículo 89 Constitucional pretendiendo burdamente que el Presidente es el dueño del Ejército y que lo puede mover a su antojo, sin protocolos precisos, con simples ordenes verbales que impiden conocer la justificación legal, los alcances, la temporalidad y sobre todo impedir se diluyan las responsabilidades específicas en esas acciones con el Ejercito realizando labores de seguridad pública para lo cual no está capacitado ni facultado legalmente…

De la lectura desprejuiciada, no interesada, pertinente y objetiva de las fracciones conducentes del artículo 89 Constitucional y ciñéndonos a la letra resaltan claras obligaciones de “que el Senado apruebe”… “…en los términos de la Ley respectiva…” (lo que implica la necesidad de una Ley secundaria que reglamente las decisiones presidenciales) y también dice a la letra ese Artículo Constitucional…” previa Ley del Congreso de la Unión por lo que sin ser exegeta ni profundizar por razones de espacio en el estudio del alcance del texto Constitucional todos hasta los neófitos interpretan la imperiosa e impostergable necesidad de acotar los excesos del presidencialismo con una Ley reglamentaria como la que justamente aprobó el Senado para enmarcar legalmente el uso del Ejército pero sin avasallar a las Entidades federativas, sin conculcar el federalismo, sin masacrar a la población civil para luego negar y tergiversar los hechos, sin arrasar la economía nacional ahuyentando al turismo, sin seguir sembrando el miedo y la sicosis en la sociedad y para preservar los derechos humanos…. Para eso precisamente se requiere votar en la Cámara de Diputados la “Ley de Seguridad Nacional”

¡No es el Ejército el responsable de estar en las calles realizando mal labores de Seguridad Pública que compete legalmente a las policías urgidas por cierto de una real depuración a fondo y hasta ahora eludida deliberadamente por Calderón… es él quien indebidamente sacó al Ejército de sus cuarteles, es al Presidente el que debe sujetarse y hacer respetar la Constitución y también legislar para hacerlo responsable ante las Leyes que de ella emanan y para ello debe concluirse el trámite legislativo pendiente en la Cámara de Diputados respetando la esencia de la minuta aprobada por el Senado de la República que entendió la respetabilidad del Ejército para no ser mas un instrumento de represión en manos de un Presidente irresponsable, confrontador, belicista con su “guerra” selectiva como cortina de humo para esconder su debilidad de origen y cubrir su monumental incapacidad!!!

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