Premisa Mayor
“Eje
Central”
“AGENDA MÍNIMA VS.
ANARQUISMO”
Por: Ricardo Eguía Valderrama
Dic-09-2012
¡Falso que la violencia
anárquica sea la “partera de la historia” ni que las grandes y más profundas heridas de México
como la pobreza, el atraso, el relego de los jóvenes, la criminalidad y la
corrupción se puedan resolver con vandalismo callejero, destrucción y actos de
barbarie simiesca!!!
Una facción de la izquierda más incivil se acerca de nuevo al
pretil del pozo insondable de la violencia cavernaria…
Con esa ambivalencia burda, con esa doblez sempiterna en la
que se envuelve y retuerce el autonombrado “mesias” tropicalizado volvió a
pregonar por una parte solo para incautos su falsa “republica amorosa”
atrincherado el pasado día primero del mes en el monumento a la Independencia
rodeado por un exiguo grupo de incondicionales a pronunciar la misma ramplona,
salmódica, montaraz y sediciosa arenga…
Desde ahí el seudopacifista pero en los hechos simple
inductor de hordas y predicador contumaz de odios, con sus consabidos gritos
histéricos y vitriólicos azuzaba, aunque niega habérselo propuesto, soliviantaba
a algunos grupos de porros y de jóvenes aturdidos y engañados por ese su
discurso ruin, siempre hostil a las Instituciones a que se lanzaran en
turbamulta a la Cámara de Diputados y como tribus salvajes embestir las vallas
de seguridad…al no poder sabotear el acto de toma de protesta se regresaron al
centro de la ciudad causando destrozos en tiendas, negocios, hoteles y
comercios, agrediendo a la policía con palos, piedras, petardos, bombas molotov
como enajenadas pandillas de maleantes o
guerrilleros urbanos que además se entregaron a la rapiña y al atraco
cubriéndose el rostro cobardemente para regodearse en el libertinaje y en el
más impune desenfreno.
Capuchas, coderas,
rodilleras, máscaras antigas…sin perder objetividad, sin pretender exagerar,
mucho menos magnificar, solo apegado a los hechos, a los videos, las fotos, las
imágenes repetidas ¿alguien en su sano juicio puede argumentar casualidad, mero
accidente o espontáneo descontrol de esos vándalos?
Evidentemente todo fue
pensado, organizado, pagado y ejecutado con siniestra exactitud, patológica
belicosidad y evidente anarquismo descerebrado, obedeciendo órdenes precisas de
los cabecillas de esa facción perredista más fanatizada y de los adláteres,
recalcitrantes testaferros de la “Morena” fanatizada que radicalizada ya conspira en la bestial búsqueda de un
muerto al que luego llevarán a sus logrevos cenáculos para declararlo “mártir”
y catapultar a ritmo apocalíptico la ingobernabilidad y la inestabilidad del
nuevo régimen!
López Obrador nunca ha enterrado el hacha del odio a las
Instituciones, ni su filia a la violencia, ni su adicción al caos y su apuesta
visceral enquistada en sus genes engarzados a la anarquía.
Por eso hay que desenmascararlo ahora que busca
embrutecidamente un “mártir” y hacer entender a la población pacífica harta de
la violencia calderopanista que como decía el filósofo francés Denis Diderot
“El mártir espera la muerte, el fanático corre a buscarla…el mártir une, el
fanático divide”…y que no es lo mismo salir a protestar pacíficamente que
atizar la violencia como malos perdedores y bandoleros regresando a los
sinuosos senderos del salvajismo que tienen andados desde siempre…
Esa izquierda radicalizada que alega el despojo de un triunfo
imaginario que luego quiso soportar en las gallinas, los pollitos, el puerco,
el chivo y otros semovientes como ridículas pruebas, nunca construirán nada por
el país, porque son expertos en la destrucción…
López Obrador con “Los Pantera”, los “Panchos Villa, los
Atenco, el “SME”, la “CNTE” los fósiles de la Universidad
patito que él creó en el Distrito Federal y los ambulantes que controla
“Bejarano el “impoluto” de las ligas, escalan el siguiente nivel usando a los
jóvenes como simple carne de cañón y seguirán provocando enfrentamientos en la
absurda, amoral, anormal beligerancia irracional para obtener un muerto como
pretexto para el “estallido social”.
Que conste no podemos
ni por asomo estar en contra de la libertad de expresión, de las
manifestaciones pacíficas ni mucho menos que se criminalice la protesta social,
es un derecho inalienable de la población, pero nunca deben dañar derechos de
terceros ni incurrir en delitos.
Obvio que las detenciones arbitrarias son condenables, pero
también son totalmente inaceptables las
“Libertades arbitrarias” de presuntos delincuentes que en todo caso tienen
derecho al debido proceso…Es ridículo, injusto, un exceso de algunos medios
la pretensión de liberarlos a todos los rijosos sin un juicio apegado a derecho
cuando la población entera vio los videos, las fotos, las imágenes de grupos
anarquistas, maleantes poseídos atacando, destruyendo delincuencial y
criminalmente propiedad privada…Tal vez no sean todos los detenidos culpables,
pero liberarlos a todos solo abonaría a más impunidad y los envalentonará la parcialidad de la autoridad para
solaparlos, con el daño y perjuicio a los agredidos, de los dueños de los
negocios destruidos y de las víctimas colaterales por esos deleznables actos
vandálicos y disturbios perpetrados con salvajismo lépero y cavernícola.
¡Con los vándalos ni
abusos ni impunidad…solo Justicia!
Y aquí cobra relevancia, para los que alegan cerrazón, el “Pacto por México” validado por los
gobernadores y los partidos pues implica un buen inicio para la estabilidad y
la exigencia para el logro de objetivos nacionales postergados o ninguneados
por los dos últimos sexenios…
Con el Pacto el Lic. Enrique Peña Nieto regresa a la política incluyente y nos otorgan los
que suscribieron ese documento una señal de reencuentro con la civilidad
política pues los acuerdos dan sustento a la actividad política más allá de
ideologías o visiones partidarias.
Ese Pacto resulta “una
agenda mínima” e implica en esencia las obligaciones primarias de carácter
programático del nuevo gobierno a las cuales deberá darse estricto cumplimiento
con evaluaciones constantes ya que la población mexicana está exhausta y harta
de promesas incumplidas.
Los líderes de los partidos, los Legisladores y el Poder
Ejecutivo deben demostrar voluntad de acuerdos para dar resultados concretos e
inaplazables a la grave problemática nacional heredada y evitar por encima de
filias y de fobias el “Estado fallido”.
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