sábado, 20 de marzo de 2010

Consulta popular

e Iniciativa ciudadana por encima de las alianzas deshonestas…

Por: Lic. Ricardo Eguia Valderrama

Marzo-20-2010

“…las alianzas contra-natura derrumbaron

el edificio de la demagogia y todo lo que venga

será solo la reedificación del cinismo disolvente…”

Volviendo al tema de la “Reforma Política” cuyas iniciativas se discuten en el Senado de la República vale decir y además procede que la sociedad en su conjunto, valiéndose de todos los pocos medios hoy a su alcance debe opinar sobre los cambios profundos que requiere un sistema político anticuado, lleno de parches, contradicciones y por lo mismo ineficiente e injusto…

Soy de los que opinan que la gran prioridad son aquí y ahora los problemas graves derivados de la peor crisis económica que asola a este país y que por ende debían estarse discutiendo las Reformas económicas para el crecimiento así como la Reforma hacendaria y la administrativa que permitan un aparato gubernamental menos obeso, mejor fiscalizado en cuanto al gasto público, la exacta rendición de cuentas y la responsabilidad ante la Ley del Ejecutivo de la Unión por sus actos y omisiones… pero estoy consciente de que tales prioridades que afectan grandemente a la Nación están supeditados en gran medida a la Reforma Política que las haga posibles…

De ahí que en forma sumarizada y tratando de interpretar las opiniones que por doquier se expresan enfatizo lo que antes en este espacio sostuve:

No puede haber reelección sin el indispensable contrapeso de la Revocación del mandato con base en los argumentos ya esgrimidos y que doy por reproducidos en obvio de repeticiones innecesarias… en ese mismo tenor procedería la iniciativa preferente por parte del Presidente siempre y cuando se equilibren los poderes (en este caso el Legislativo) suprimiéndose el pernicioso “veto de bolsillo” que se reserva ilegalmente el Ejecutivo para no publicar algunas leyes que han sido aprobadas por el Congreso y al propio tiempo se apruebe la impostergable ratificación por el Congreso de los Secretarios de Estado y que con la moción de censura se pueda removerlos por actos u omisiones graves…

La iniciativa preferente del Presidente y que en algunos casos conlleva a la afirmativa ficta cuando el Congreso no se pronuncie en tiempo y forma implica que de suyo el Poder Legislativo quede mermado en sus facultades por lo que para evitar sumar mas atribuciones al Poder Ejecutivo que en los hechos es un poder unipersonal omnipresente, omnisciente, absolutista y sin responsabilidad ante la ley, se debilitaría mas el orden Constitucional y el postergado equilibrio de poderes nunca se logrará si se le aprueba a Calderón la posibilidad para presentar observaciones a los proyectos de Ley aprobados por el Congreso y al Presupuesto de Egresos de la Federación…

Por otra parte es del todo plausible la Iniciativa de Calderón en lo que concierne a la reducción de los integrantes del Congreso y que en lo medular coinciden tanto mi partido el PRI y el PRD también en sendas iniciativas…

Pero nadie puede ser ajeno al clamor nacional que se ha pronunciado a favor de la desaparición de los Diputados plurinominales mismos que nadie considera verdaderos representantes populares al no contender ni comprometerse directamente con la ciudadanía y solo ser favorecidos por las cúpulas partidarias que los ubican en listas preferentes por circunscripción y por ende no pasar por el tamiz del voto libre, secreto y directo… Aquí lo que la ciudadanía deplora y exige cambios de esencia, es el alejamiento mayor con el Diputado plurinominal que la desdeña al responder solamente a los intereses del grupo que los incluye en esas listas preferenciales… De persistir ilógicamente los plurinominales se estarán contradiciendo, flagrantemente la clase política y los partidos que pregonan una real democracia con respeto ahora sí y plenamente a la voluntad ciudadana mayoritaria…

Las justas demandas ciudadanas para reducir el número de Senadores, de Diputados y de concluir el ciclo de los plurinominales que se justificaban cuando el sistema de partidos iniciaba débilmente así como para acabar con los parajes inhóspitos y pedantes del centralismo vandálico, la gigantezca piramidación inútil de trámites burocráticos, los excesos del presidencialismo y ese pernicioso alud de leyes aprobadas a espaldas del electorado que han significado francas agresiones a la economía familiar, a la salud de las empresas, a la seguridad ciudadana elemental y a las garantías individuales cada vez mas restringidas y vulneradas impunemente, determinan la obligación de los gobernantes y de los legisladores para aprobar una “Reforma Política” de gran calado y para restituirle a la sociedad mexicana los derechos que solo en teoría le reconoce la Constitución General de la República…

Nadie en su sano juicio podría ni remotamente apostarle nunca a la violencia social para acabar con la sordera y la cerrazón de las élites beneficiarias insaciables de un modelo económico-político absurdo por los perjuicios y daños que sistemáticamente le infieren a la población con sus erradas decisiones… Es una burla cíclicamente repetida que los candidatos salgan a prometer, pidan el voto ciudadano y al llegar a los puestos de elección popular se plieguen a los intereses cupulares dándole no solo la espalda al pueblo sino apuñalándole cobardemente desde sus temporales pedestales del poder…

Hasta hoy ese rechazo ciudadano se manifiesta con un abrumador abstencionismo que frisa en el setenta por ciento del padrón, el hartazgo de la población se expresa con el incremento de los votos anulados y el descontento social aumenta el número de votos en blanco… de ahí que si la Reforma Política resulta otro “parto de los montes” para volver a patear el bote hacia adelante, sería otro fiasco y una costosa irresponsabilidad…

La población exige cambios pero para mejorar a la mayoría de la población y por tanto será vital desahogar la olla de presión con la inaplazable consulta popular y la improrrogable iniciativa ciudadana cohonestadas con la revocación de mandato única formula para evitar la catastrófica conducción del Estado Nacional y el criminal abandono de las obligaciones esenciales del propio Estado en materia económica, de seguridad nacional, de salud pública, de educación, de infraestructura y de servicios públicos hoy muy caros, malos y fuente constante del enriquecimiento solamente de funcionario venales… ¡La sociedad mexicana dice ya basta esperemos que lo entiendan!!!

Resulta una bellaquería que sin consultar a la población se le hayan incrementado los impuestos en una crisis que los mismos gobernantes minimizaron, no la previeron y en general ellos la profundizaron con “programas anticíclicos” demagógicos y totalmente inoperantes… lo mismo sucede con las nuevas leyes que con el pretexto de combatir a unos pocos delincuentes se arrase con las garantías y derechos ciudadanos de la mayoría… por ello resulta aplaudible la propuesta de Calderón para incorporar la figura de la iniciativa ciudadana para ampliar las garantías del pueblo con la facultad de proponer ante el Congreso Iniciativas de Ley.- (Continuaré con este análisis)

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