sábado, 18 de julio de 2009

Realidad nueva

Con la mayoría priísta en la Cámara de Diputados

Por: Lic. Ricardo Eguía Valderrama

Julio-18-2009

“…resultar electo es un compromiso, pero la sociedad

triunfará solo si reclama y exige resultados de

sus diputados electos…”

Aun si existieran los mejores programas económicos y aun si se adoptaran con urgencia las mejores decisiones concertadas para hacerle frente a la peor crisis de la economía, persistiría la desenfrenada violencia ruinosa que amenaza con descarrillar al país…

Es el momento en que el gobierno no ha sabido o no ha querido medir el impacto severísimo y el profundo daño colateral que provoca en la economía, los negocios, en las familias y en la confianza de los inversionistas por la simple repetición de operativos policiaco-militares en todo el territorio nacional, matanzas diarias, ciudadanía atrapada en el fuego cruzado, carencia de una estrategia inteligente y sin ningún objetivo logrado a pesar de estar ya a mitad del sexenio…

La “guerra” contra la delincuencia organizada se libra a tontas y a locas, es solo reactiva y no preventiva, sus supuestas victorias son pírricas, fugaces y efímeras pues a la hora siguiente se recrudecen sin fin los interminables actos de barbarie cruenta como una muestra palmaria de un gobierno fallido incapaz de darle a la sociedad mexicana la mas elemental seguridad pública…

El gobierno actual se lanzó a una “guerra” subestimando y, sin importarle o a pesar del alto grado de infiltramiento en los altos mandos policiacos por parte de esa delincuencia organizada que envalentonada cada día le falta mas al respeto a un gobierno débil que se ubicó desde el principio del sexenio en la última línea de defensa al sacar de los cuarteles al Ejército Nacional, exponerlo a la intemperie y utilizarlo como policía anti-constitucionalmente.

La lucha anti-crimen si tuvo alguna vez, que lo dudo, un genuino propósito de combatir al narcotráfico hoy cualquier balance por rudimentario que sea es profundamente negativo para el gobierno el cual independientemente del legítimo desempeño de los operativos masivos y grandes despliegues de contingentes artillados estos llegan después de las masacres, no otorgan la mas mínima confianza a la ciudadanía, no le significan seguridad alguna a la población y tienen conmocionada a la Nación por ese grado de violencia inimaginable antes del actual sexenio…

Estamos viendo que para combatir a un puñado de forajidos se modificó la ley y dejando intacta la total dependencia del Ministerio Público Federal (PGR) del Poder Ejecutivo que la manipula con discrecionalidad absoluta hoy se detiene a las personas y se allana el domicilio sin previa orden judicial utilizando a testigos protegidos con los que el ciudadano común nunca es careado para poder defenderse, instrumentándose así con el gran pretexto del narcotráfico un régimen de terror para pisotear el Estado de Derecho impunemente…

Nadie discute que el Estado Mexicano combata el desafío de esa minoría delincuencial, pero es muy delicado que el refrán eternizado del régimen sea: “Una balacera, otra matanza mas y otra ocupación violenta de las calles y todo marchará mejor…” porque está visto que “la fuerza vence al derecho y el dinero estará dominando a la fuerza… como el cuento de nunca acabar en esa danza macabra de arreglos, componendas, delaciones y encubrimientos como consecuencia de una pavorosa infiltración policiaca…

De ahí que así como las mayorías en el Congreso de la Unión habrán de proponer una legislación de emergencia económica, así mismo y a fin de evitar que las medidas para hacer frente a la crisis económica sean neutralizadas por la emergencia de la violencia que está poniendo al país de cabeza hace indispensable e impostergable replantear toda la estrategia “no para dar mas fuerza a la fuerza” sino mas inteligencia para depurar a fondo los altos mandos y los mandos medios de todas las corporaciones policiacas y de la Procuraduría General de la República que hasta hoy es solo un instrumento en manos del Presidente de la República que la manipula pese al agotamiento social y al contundente mensaje en las urnas de la ciudadanía harta de los belicistas, incapaces y confrontadores…

Ante esa vorágine distractora de la “guerra” reactiva y nunca preventiva, instrumentada de manera amorfa con aparatosos operativos con los cuales la ciudadanía en general se siente menos protegida al quedar ubicada en una paralizante situación de “fuego cruzado” potencial y en todo lo cual lo menos que utiliza el gobierno es la inteligencia para combatir al crimen hoy por hoy si los nuevos Diputados cumplen con su obligación de revisar acuciosamente antes de aprobar el presupuesto del 2010 y proceden a actualizar la legislación para no solo revisar extemporáneamente las “cuentas públicas”, esto es revisar sin dilación y rigor técnico la que corresponda al año fiscal anterior por la emergencia económica y sin perjuicio de la revisión de las anteriores estarían pasando a la historia y ya no necesitarían hacer mas para ser reconocidos perennemente…

¡Porque la fuente de todos los males de este país es el manejo discrecional de los recursos de la Nación y de su exacta aplicación derivan todos los problemas de este país que padece el peor presidencialismo, esto es el que simula rendir cuentas y pervive en la total irresponsabilidad ante la ley!

Con ello el Poder Legislativo que no usa el poder porque no sanciona las desviaciones presupuestales ni los subejercicios del Poder Ejecutivo implicando en los hechos como decía Daniel Cossío Villegas que “el Legislativo sea un Poder simulado y solo censor silencioso, y ni siquiera potencial del Poder Ejecutivo

La realidad es que México vive hoy con el PAN en el gobierno en una narcoficción frenética y estruendosa con montajes mediáticos fragorosos, detenciones insuficientes y solo del “lumpen” de la criminalidad pero sin tocar a las verdaderas cúpulas de las mafias; proliferación de videos con paquetes con toneladas de algo que nadie certifica y tampoco, de ser ciertos sus contenidos no se sabe bien a bien si salen realmente de circulación y no son reciclados; también es evidente el “gambeteo” gubernamental sospechosamente selectivo para inundar con estridentes operativos solo a las entidades gobernadas por la oposición…

Esta “guerra” se reduce a las bizarras acciones armadas para meter a hurtadillas el “Estado de Excepción” por regiones inicialmente y con base en esa violencia generada por el mismo régimen simular las condiciones del “toque de queda” nacional sirviéndose de la peligrosa experiencia de la “influenza” en cuyo nombre y sin ninguna otra referencia en el mundo se paralizó por decreto al país infringiéndose daños económicos irreparables…

La “guerra” fragmentada y selectiva tampoco se ocupa de combatir las causas socio-económicas y/o educativas que le dan origen al narcotráfico; no solo no redujo el consumo de drogas sino que paradójicamente lo incrementó y este auge pernicioso obedece al hecho de que esta “guerra” solapa a las grandes estructuras financieras y bancarias lo que ha permitido el fortalecimiento del tráfico, el trasiego y la venta de estupefacientes al “lavar” las fortunas que estas actividades criminales les producen…

¡Por esas evidencias incontrovertibles esa “guerra” es considerada por sus nulos resultados también como una cortina densa de humo para esconder la debilidad de origen del actual régimen y también para cubrir su monumental incapacidad de evitar el desplome económico mas profundo que en cualquier otro país del mundo, por lo que en esa nueva realidad en el Congreso de la Unión que las urnas determinaron ahora menos que nunca se les puede dejar pasar, perdonarles sus excesos, exonerarles del abuso patrimonialista del presupuesto y de los sub-ejercicios con opacidad total en la revisión de las cuentas públicas!!!

¡El país exige, se merece, se le deben respuestas claras y soluciones reales no solo poses retóricas y discursivas estériles tras las que burdamente se esconden el pisoteo de los derechos humanos y generar sicosis colectiva para rehuir su responsabilidad histórica de otro sexenio panista para la basura!

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