miércoles, 25 de agosto de 2010

“DERRUMBE DE LOS PRINCIPIOS Y VALORES”

“DERRUMBE DE LOS PRINCIPIOS Y VALORES”
Sociedades en retroceso… aflora lo peor del instinto humano…
Por: Lic. Ricardo Eguía Valderrama
Agosto-21-2010


Por formación de vida y tal vez por influencia familiar y de algunos maestros singulares y venerables me resultan rugosos, prescindibles e inaguantables los temas antes insólitos de las parejas del mismo sexo, el aborto, la pederastía dentro del clero y otros igualmente desagradables de los que hoy se habla profusamente mañana, tarde y noche…

Y no se trata del abordaje de esos delicados asuntos por parte de los grupos interesados en ellos ya que en un país libre tienen esa prerrogativa de deliberación y defensa de posturas divergentes al respecto, pero lo que abruma al resto en la sociedad mexicana es que esos asuntos dominan de manera tempestuosa la agenda de las cúpulas, el cuadrante de la radio aturdiéndonos y la nunca mejor llamada “caja de las idioteces” de la televisión saturada también de esa parafernalia sicalíptica tal como si en el país no existieran problemas sociales y económicos más hondos, mas graves y más urgentes cuya resolución se vuelve a postergar…
Hasta hace poco yo creía no por crédulo sino por entendimiento y pensamiento racional que “los dados de la evolución humana estaban tirados sobre el tapete de la vida” de tal suerte que caían siempre del lado de una especie cada día más avanzada, progresista, enfilada a la superación constante y dirigiendo sus lentos pasos hacia las estrellas…
Las bases para pensar así derivan de las pruebas científicas que demuestran que en los miles de años que la especie humana ha necesitado para llegar al aquí y el ahora fuimos primates, homínidos, homo erectus, homo sapiens, esto es pensantes y en esa larga clasificación somos hommo habilis y hommo ludens a la vez y pronto debiéramos ser seres cósmicos con plena conciencia de nuestras ilimitadas posibilidades futuras, claro está, si no seguimos farfullando supercherías, frivolidades, fanatismos, trastornos de la conducta, perturbaciones hormonales, desviaciones aberrantes y turbadoras frivolidades ancladas mas en el llamado cerebro primitivo o reptilíneo y sin asiento en las circunvoluciones frontales de la materia gris mas evolucionada del cerebro humano…
El tiempo y una serie de circunstancias favorables han permitido a la humanidad ir trabajosamente evolucionando para superar lentamente los instintos, la ignorancia, el egoísmo y los arrebatos irracionales propios de los seres primitivos…
Rudeza, violencia, inmoralidad, torpeza, cerrazón así como enormes dosis de egoísmo son algunas de las características más comunes a los primeros tiempos de la humanidad…
Pero la necesidad de vivir en grupos, luego en pequeñas comunidades y sociedades más ordenadas han ido posibilitando la gradual superación del estado natural y el surgimiento de normas legales que deben ser impuestas aun en contra de la voluntad de los gobernados que cuando las omitan, las violenten o las transgredan son sancionados para mantener el orden…
Pero hay otro tipo de normas sin castigo llamadas morales encuadradas en los catálogos de esa evolución incesante del ser humano y como fruto de convencionalismos fundamentales para posibilitar un mejor vivir en colectividad y que son resultado del mejor raciocinio, del sentido común y de las experiencias acumuladas de los seres humanos a través de miles de años y que conforman el mejor bagaje civilizatorio e implican esos principios, esos valores, esos normas éticas y morales el mejor fruto de la cultura y como una manifestación de una etapa superior de la convivencia humana en sociedades más armónicas y evolucionadas…
Sin embargo de tiempo en tiempo las sociedades inciden en estancamiento, las contradicciones, la degeneración de las conductas, la degradación de la vida en común y en lamentables retrocesos tal como sucedió en el oscurantismo intolerante de la edad media y como está escrito es el ser humano el único ser viviente sobre este planeta que vuelve a tropezar con la misma piedra y ahora en la peor crisis del capitalismo, el desplome estrepitoso de los dogmas del neo-liberalismo y el desmoronamiento de los mitos de la estabilidad macro-económica, mercados supuestamente auto-regulados, políticas monetarias dizque anti-devaluatorias y toda esa urdimbre estructurada sobre instituciones hoy totalmente desacreditadas por haberse transformado en el símbolo del fracaso económico y en secuela caen como fichas de dominó sobre las sociedades el fracaso social, el fracaso político y el fracaso moral como símbolos de esta época…
Hoy el mundo está de cabeza y resquebrajados los pilares de la tortuosa economía global y lo está en la misma medida que las teorías, los modelos, los pronósticos, los mecanismos, las reglas diseñadas por presuntos “santones” de la economía son solo fórmulas para que unos pocos (individuos o países) roben a los demás sistemáticamente…
Para ponerlo en contexto vale decir que al “capitalismo salvaje” y a sus modernos “adoradores” se les desplomó el “sacro” castillo de la economía ficción el cual sostenían temeraria y truculentamente sobre tres columnas aparentemente sólidas e inexpugnables: Los bancos, las Bolsas de Valores y el mercado de cambios…
Se volatizó el mito de la economía global como supuesta panacea del crecimiento y en medio de la pobreza, la desazón y la rabia colectiva se consumen en las hogueras del fracaso más estrepitoso las “biblias” y los cánones del libre mercado así como los recetarios del dogma neo-liberal que entronizó a la gran empresa privada para saquear y debilitar al Estado privatizando todos sus activos, creando monopolios privados, explotando el trabajo, permitiendo que unos pocos no paguen impuestos, tolerando la especulación fraudulenta con las utilidades y el enriquecimiento escandaloso de unos cuantos, creando más pobres, menos poder adquisitivo y el colapso de los mercados internos en países sin futuro…
Esa pérdida escandalosa de valores en la sociedad actual obedece en principio a la utilización del Estado y de las Instituciones del Estado y de las Instituciones Económicas como instrumentos de abuso por unos cuantos y como fórmulas de esclavitud encubierta en países enteros…
La ambición desbordada por el poder y el dinero como única divisa sin importar los medios para obtenerlos y para retenerlos sacude hoy nuestra sociedad e implica un quiebre monumental con pérdida total de los valores humanos, atrofia de la razón, cancelación del respeto a los demás lo cual conlleva al robo, al atropello de los derechos, a las muertes violentas, el abuso de menores, se privilegia al fuerte, belicoso o violento sobre las personas pacíficas, nobles, decentes, leales; se vuelven “respetables” los seres mas antisociales, envilecidos, gandallas y cínicos que saquean el erario público considerándoles “inteligentes” porque se las ingenian para enriquecerse ilegalmente pero evadiendo la ley con argucias y maniobras que dañan y obstaculizan el progreso colectivo…
El “terremoto” global que desintegró el sistema bancario, aplastó los mercados bursátiles, exhibió a las filiales financieras, permitió conocer la falacia de las Calificadoras, colapsó mercados de cambios, afloraron las mentiras, los fraudes multimillonarios, hundió las economías que tienen su “vaticano” en el “Consenso de Washington” (Bretton Woods) hizo emerger la deliberadamente raquítica regulación y la escasa previsión al fracaso por parte de los “santuarios” del capitalismo (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional) y que hundieron al mundo en la peor crisis económica de la humanidad, no es obviamente consecuencia de un aciago e inevitable fenómeno natural ni tampoco ineludiblemente fatal ¡No! Es simplemente lisa y llanamente consecuencia de la avaricia, el abuso, el exceso, la impunidad ante la ley de unos cuantos y de la debilidad de los gobiernos para detenerlos, para enjuiciarlos y lo peor incapaces también para evitar la repetición enfermiza de esas crisis cíclicas y perversamente repetidas con saña inaudita…
Evidentemente todas esas enormes masas de capitales robados a las personas, a muchas empresas honestas y a países enteros no se esfumaron, se quedaron en esas pocas manos de seres humanos ruines enriquecidos hasta la náusea, esto es, esa riqueza producida en años por el esfuerzo de millones de seres humanos se la apropiaron esos pocos sin importarles producir con ese shock económico cientos de millones de desempleados, hijos desamparados , reducción de presupuestos para la salud pública o para la educación, mas miseria, enfermedades, hambrunas y mortandad…
Los países ricos y los organismos internacionales a su servicio imponen “recetas” draconianas a los países pobres, pero son aquellos los primeros en violentar esas “reglas” en materia del gasto público, déficit presupuestal, emisión de deuda y/o de papel moneda, déficit fiscal y de cuenta corriente de los gobiernos sin importarles la distorsión de los mercados ni el desenfreno de los monopolios trasnacionales, las administraciones fraudulentas de empresas privadas privilegiadas con activos falseados o ficticios y de contabilidades adulteradas para la especulación con acciones infladas con las que roban al público inversor en transacciones bursátiles rateriles auspiciadas, toleradas y solapadas por los mismos organismos gubernamentales que debían supuestamente regularlos, contenerlos y sancionarlos en su caso…
¡Pero nada de esas prácticas altamente nocivas para la humanidad se detienen y generan la barbarie económica que a su vez conducen a la barbarie social y al derrumbe de los principios y de los valores, cuando ya nadie cree en nada e impera nuevamente la “ley de la selva”!
A tal punto son negativas y deplorables las consecuencias del sistema injusto o del modelo económico globalizante para la humanidad que hasta El Vaticano a pesar de su proverbial conservadurismo el mismo Papa Benedicto XVI expresó: “La caída del comunismo no ha mostrado las supuestas cualidades benéficas para la sociedad o para el mundo por el capitalismo…” abogando incluso para que se reformen esas estructuras abusivas que ni para el son dogmas económicos inmutables, sino hoy solo pesadas losas que cancelan la Justicia Social…
Por ello a manera de conclusión muy preliminar: (por razones de espacio) si la premisa mayor es un modelo económico injusto, agresor y abusivo que daña a los seres humanos en su mayoría; si como premisa menor tenemos como consecuencia directa la barbarie oficial que instrumenta y tolera ese modelo injusto y arropa a sus voraces beneficiarios, lógico es que el añejo amasijo de buenas costumbres, buenos hábitos, respeto a la ley y a los demás; el bien por encima del mal; la verdad por encima de la mentira; el orden y respeto a los derechos por sobre la delincuencia y sobre el crimen; la solidaridad sobre el individualismo egoísta y mezquino se derrumban irremisiblemente…
Es aquí y ahora donde debemos no solo reflexionar sino presionar multiplicadamente para reubicar los grandes paradigmas sociales básicos, esenciales, fundamentales para la convivencia colectiva pacífica y cerrar las puertas a los peores instintos que son, históricamente demostrado, el germen de nuestra autodestrucción…
Está demostrado también que muchas leyes no son por sí mismas garantía alguna del orden, ni de la equidad ni de justicia para todos…
Los delitos, el desenfreno, la simulación, el engaño, el fraude, la drogadicción son en gran medida reflejo de la corrupción oficial sin pausa ni contención y de la falsía y la prepotencia de los poderosos que ostentan sus crímenes impunemente, lo que provoca que consciente o inconscientemente los gobernados reaccionen y canalicen su desesperación, su desaliento o la frustración con pragmatismo individualista violento por encima o contra la moral y los derechos de los demás, atropellando igual la moral colectiva actuando en imitación extra-lógica de los corruptos gobernantes que sistemáticamente le cierran los caminos del progreso a las mayorías cuyos esfuerzos, honestos y arduos trabajos de años son destruidos cíclica y deshumanizadamente…
Se requieren no solo regulaciones para impedir la corrupción oficial sino reguladores eficaces y un Estado que como genuino rector de la economía posibilite progreso económico general y un reparto (vía empleos bien remunerados y mercado interno revitalizado) más justo y equitativo de la riqueza producida por el país…
¡La prosperidad colectiva, la riqueza social compartida, el trabajo con salarios justos, el dinero circulante en una economía sana (no el atesorado por los grandes vivales que se agenciaron ese dinero con argucias o delincuencialmente) un Estado profundamente respetuoso de la ley, del orden y de todas las libertades serían terreno más feraz para recuperar los principios y los valores morales resquebrajados hoy en una sociedad que por sus malos gobernantes peligrosamente se ubica en el tobogán de la descomposición!!!

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